domingo, 6 de septiembre de 2015

neuro-amniótica

tu imagen sin color
con vocación de esfinge 

fue  todo lo que vi 
aquella madrugada húmeda

cuando te fuiste saliendo
a pedacitos 
por los dedos

a través del corazón de tu guitarra

no largaban melodías esas cuerdas hijo mío
estaban haciéndote el aguante
para que no murieras de incredulidad
en ese sitio donde estuviste un largo rato

te sentí tan lejano mi querido 

que deseé con todos mis recursos
convertirme en tus dedos

para poder saber así
qué mensajes mandabas con las cuerdas

al corazón incondicional de tu guitarra

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