tu imagen sin color
con vocación de esfinge
fue todo lo que vi
aquella madrugada húmeda
cuando te fuiste saliendo
a pedacitos
por los dedos
a través del corazón de tu guitarra
no largaban melodías esas cuerdas hijo mío
estaban haciéndote el aguante
para que no murieras de incredulidad
en ese sitio donde estuviste un largo rato
te sentí tan lejano mi querido
que deseé con todos mis recursos
convertirme en tus dedos
para poder saber así
qué mensajes mandabas con las cuerdas
al corazón incondicional de tu guitarra
No hay comentarios.:
Publicar un comentario